Memorias anacrónicas de la devastación: el desierto que vendrá
Resumen
En el marco de la actual crisis ecológica en la escena local Norpatagónica, este artículo analiza un documental referido a la devastación ambiental, realizado por Mariano Álvarez, joven director regional. Se trata de Cultivar el desierto (2018) cuya temática remite al cambio en la matriz productiva ocurrido en la Norpatagonia argentina a partir del llamado boom extractivista de los últimos diez años. Para analizarlo, recurriremos a la categoría de anacronismo, articulada en los trabajos de George Didi-Huberman (2011), como insumo explicativo. Si bien, temáticamente el film explica la continuidad de una estrategia de expoliación desde el pasado moderno-colonial al presente, existe una correspondencia formal en el tipo de uso estético y narrativo que hace el director de las fotografías tomadas a finales del siglo XIX en dicho espacio geográfico, y re-elaboradas en el proceso de montaje. De allí la relevancia que cobra la categoría de anacronismo. La importancia de este audiovisual regional radica, entre otras razones, en la potencia de manifestar una problemática en principio local pero que excede dicho escenario, deslegitimando y poniendo en tensión narrativas hegemónicas, mostrando la devastación en tanto reverso del futuro promisorio al que se refieren las políticas extractivistas actuales.