La obstinada juventud

Crítica de Chile, la memoria obstinada (Guzmán, 1997)

Resumen

Mi película preferida de Patricio Guzmán es Chile, la memoria obstinada (1997). Quizás
porque es más chica, menos grandilocuente y abarcadora que la trilogía cósmica, menos
monumental y épica que La batalla de Chile. Retrata un viaje del director al Chile noventero
para reencontrarse, por un lado, con algunos de los personajes -anónimos en su mayoría- que
aparecían en La batalla de Chile, así como con escolares y universitarios, que veían ese mismo
documental por primera vez. Nunca se había mostrado en cines ni televisión en Chile, su circulación había sido clandestina, sobre todo a través de dvds piratas. El estreno de La memoria obstinada ocurrió casi 25 años después del golpe, es decir, la mitad del tiempo que ha pasado al
día de hoy que conmemoramos 50 años. Yo tenía poco más de diez años por esa época, estaba
en el colegio, era deportista y no me interesaba la política. Recuerdo mi entusiasmo por Chile
clasificando al mundial de Francia 98 y por el Chino Ríos siendo top 1 del tenis mundial. No sé
qué habría contestado si me preguntaban quién era Salvador Allende o Augusto Pinochet. Seguramente algo de lo cual hoy me avergonzaría.